Las huellas fósiles de la lluvia describen la atmósfera primitiva de la Tierra.

La marca que dejaron las gotas de agua hace 2.700 millones de años ha servido para deducir cómo era el ambiente en el planeta azul. Los resultados rebajan la densidad del aire en comparación con los niveles actuales.

Las gotas de agua que se han analizado provienen de la lluvia que cayó en ceniza volcánica hace entre 2.700 y 11.700 millones de años. Al entrar en contacto con la superficie, estas lágrimas crearon hoyuelos que más tarde se integraron en las rocas del sur de África que ahora se han estudiado.

La forma de las gotas de agua depende de la presión atmosférica. Para ser consideradas como tal, su tamaño no debe crecer más de siete milímetros de diámetro. Cuando alcanzan esa medida, se disuelven en gotas más pequeñas. Para asegurarse de ello, los investigadores examinaron con detenimiento las huellas que dejaron las gotas de lluvia que cayeron en la ceniza del volcán islandés Eyjafjalla, que paralizó el espacio aéreo europeo en 2010.

Estas investigaciones permiten obtener un conocimiento más amplio de la climatología de la antigüedad gracias a la arqueología, lo que nos permite intuir, a través de previos cambios climatológicos, como puede cambiar la climatología de los próximos miles de años.

Estiman que hay miles de millones de planetas en zonas habitables de la galaxia.

Un equipo internacional de astrónomos ha descubierto que en las zonas habitables en torno a las estrellas enanas rojas de la Vía Láctea existen decenas de miles de millones de planetas rocosos, según ha informado el Observatorio Europeo Austral (ESO) desde su central en Garching, en el sur de Alemania.

El sondeo, realizado con el espectrógrafo HARPS, el 'cazador de planetas' instalado en el telescopio de 3,6 metros del observatorio de La Silla, en Chile, permitió además deducir que en las vecindades del Sistema Solar, a distancias inferiores a 30 años luz, debe haber una centena de 'súper-Tierras' (con una masa de entre una y diez veces la de la Tierra).

Todos estos descubrimientos dan mucho que pensar a la hora de la existencia de vida más allá de la terrestre, puesto que al haber planetas similares a la Tierra, es también probable que sus condiciones ambientales sean también similares, por lo que cabe pensar la existencia de seres vivos. A resolver todos estos misterios está enfocada la ciencia hoy en día.

Encuentran los motores de la misión Apolo 11 en el fondo del océano Atlántico.

El millonario y fundador de Amazon, Jeff Bezos, asegura haber encontrado en el fondo del Océano Atlántico los motores del cohete de la misión Apolo 11 que puso al primer hombre en la Luna, y ha anunciado que intentará recuperarlos.

Bezos anunció desde su página que su equipo ha conseguido detectar con imágenes de sónar los motores F-1 que propulsaron el cohete de la misión que llevó a Neil Armstrong y Buzz Aldrin a la luna en 1969 y que como parte de la primera fase del proyectil cayeron al océano.

No obstante, el inversor confió en que la NASA opte por exponer los restos en el Museo Aéreo de Seattle, donde tiene la base de sus proyectos de exploración. Tarea que a priori no parece fácil debido a las condiciones a las que los restos están expuestos. A pesar de estar fabricados con materiales realmente resistentes, los restos llevan 40 años hundidos a altas profundidades, siendo sometidos tanto a altas presiones como a la corrosión salina, haciendo pensar que puede que no se encuentren en e mejor estado.

Aun así, la recuperación de ciertos restos es prácticamente segura puesto que las tecnologías existentes son las suficientes para dicha tarea, tratándose únicamente de una cuestión de tiempo.

Los glaciares de Venezuela pueden desaparecer en 10 años

  La organización ecologista Tatuy ha señalado que, en base a datos de la Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales de la Universidad de Los Andes, en los últimos 30 años la superficie de los glaciares venezolanos pasó de 136,8 hectáreas a 43,1 hectáreas. El presidente del Instituto de Investigaciones Científicas (Ivic), Ángel Viloria, afirmó igualmente que los glaciares de Venezuela sufrieron "un deshielo del 70% en los últimos 30 años". Estos datos han llevado a los científicos afirmar que, de continuar aumentando la emisión de gases invernadero y la deforestación de bosques, "la nieve tiene una esperanza de vida de 12 a 13 años" en Venezuela.

   Noticias como ésta son las que advierten prácticamente a diario de la desaparición de los glaciares a nivel global, esta desaparición es un hecho provocado por el elevado nivel de contaminación que diariamente es emitido a la atmósfera, estos gases, llamados gases de efecto invernadero, contribuyen al aumento de la temperatura global, provocando numerosos desajustes tanto en los factores climáticos como en los factores biológicos.

   Este aumento descontrolado de las emisiones en fábricas, empresas o incluso en los propios hogares afecta directamente al aumento de temperaturas porque dichas emisiones ayudan a aumentar la densidad y consistencia de la capa de ozono, lo que en cierta medida es beneficioso puesto que nos protege de la radiación solar, pero también dificulta la salida de la luz que se refleja en la superficie terrestre, haciendo que ese calor permanezca en la atmósfera, calentando el planeta y subiendo la temperatura. 

   El aumento de la temperatura afecta en primer lugar a la climatología, puesto que favorece a la evaporación del agua pero no a su condensación, por tanto se reduce considerablemente la formación de nubes y en consecuencia se reduce notablemente el contenido de lluvias anuales, provocando un mayor desgaste de los acuíferos y el descenso de agua dulce, mas aprovechable que la salada. El descenso de aguas dulces también afecta a la desertización y a contribuye a la sequía, puesto que el vaciamiento de acuíferos y el descenso de lluvias origina sequía y empobrecimiento del suelo, volviéndolo inútil.

   Además del factor climatológico, hay que tener muy en cuenta el factor biológico. Este aumento de temperaturas puede afectar a las formas de vida animal, afectando en las aves a la hora de inciar sus movimientos migratorios, a las epocas de apareamiento de algunas especies, la extinción de animales que necesitan unas ciertas condiciones ambientales para sobrevivir y estas condiciones se ven afectadas por este aumento de temperaturas...

En definitiva, el cambio climático provocado por estas emisiones desmesuradas solo puede traer consigo efectos que desfavorezcan al curso normal de la Tierra y de los seres vivos que habitan en ella.

   

   

Plastidios y la evolución.

   Un equipo internacional de expertos desvela cómo hace 1.600 millones de años, un microorganismo eucariota fue el primero capaz de producir oxígeno aprovechando la luz solar. El estudio revela que se produjo un cambio en un microorganismo protista;  este protista capturó una cianobacteria procariota. De este proceso, conocido como endosimbiosis primaria, surgió el plastidio, un orgánulo celular donde se realiza la fotosíntesis. El equipo de expertos liderado desde la Universidad de Rutger (EE UU), analizó el ADN dentro de los plastidios de un alga primitiva conocidas como Cyanophora paradoxa, y lo compararon con los genomas de plastidios pertenecientes a otras plantas terrestres y a distintas algas rojas y verdes. La especie C. paradoxa pertenece al grupo de algas glaucófitas que, junto con las algas rojas y verdes y las plantas, constituyen el primer grupo de eucariotas fotosintéticas que, según la investigación, habitaron el planeta y formaron el reino Plantae.

   Este tipo de noticias son las que poco a poco han ido contrastando y verificando cada vez con mayor fuerza la famosa teoría de la evolución defendida por Darwin, el cual postuló que todas las  especies han evolucionado a lo largo de la historia y tienen un antepasado común mediante un proceso denominado selección natural, basada en la adaptación de determinadas especies a los cambios que se producen en el medio; estos cambios provocan que ciertas especies estén mejor preparadas para ello y otras menos, sobreviviendo aquellas cuyas características les permitan sobrevivir en el medio, esas especies serán las que perdurarán y evolucionarán, generándose nuevas especies a partir de esas.

   Todas estas investigaciones ayudan a consolidar, aun mas si cabe, esta teoría propuesta por Darwin y rechazar la idea clásica de fijismo según la cual todas las especies fueron creadas por un ser superior y no experimentaron ningún tipo de evolución. Estos sucesos favorecen el avance de la ciencia sobre todo en el ámbito de la biología, ya que suponen un avance constante que nos aporta mas datos a las investigaciones ya estudiadas, ayudando a elaborar una información de lo ya sucedido a lo largo de la historia mas amplia y detallada, que pueda ayudar a investigaciones posteriores.