Bezos
anunció desde su página que su equipo ha conseguido detectar con imágenes de
sónar los motores F-1 que propulsaron el cohete de la misión que llevó a Neil
Armstrong y Buzz Aldrin a la luna en 1969 y que como parte de la primera fase
del proyectil cayeron al océano.
No
obstante, el inversor confió en que la NASA opte por exponer los restos en el
Museo Aéreo de Seattle, donde tiene la base de sus proyectos de exploración.
Tarea que a priori no parece fácil debido a las condiciones a las que los
restos están expuestos. A pesar de estar fabricados con materiales realmente
resistentes, los restos llevan 40 años hundidos a altas profundidades, siendo
sometidos tanto a altas presiones como a la corrosión salina, haciendo pensar
que puede que no se encuentren en e mejor estado.
Aun así, la
recuperación de ciertos restos es prácticamente segura puesto que las
tecnologías existentes son las suficientes para dicha tarea, tratándose
únicamente de una cuestión de tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario